Si lo único seguro es el cambio, ¿hasta qué punto debes mantener tus compromisos?
Tal vez te sorprenda lo que vas a leer, pero estoy segura que te ayudará a recuperar el sueño por las noches, tu bienestar y tu felicidad.
Siempre me he considerado una persona cumplidora y responsable, adoro las personas comprometidas y hago todo lo posible por cumplir con aquello con lo que me he comprometido, tanto si la decisión es mía como si alguien me lo ha pedido.
Sin embargo, con el paso del tiempo, me he ido dando cuenta, tanto en mí como en mis alumnos y clientes de coaching, que muchas veces cambiamos de opinión con respecto a lo que un día dijimos que haríamos pero no hacemos nada, es decir, seguimos adelante aunque no nos guste o aunque no podamos, básicamente, por miedo al qué dirán. Y con tal de mantener nuestra imagen de personas serias, confiables y responsables, somos capaces de dejarnos la piel por mantener nuestros compromisos aunque se nos vaya la vida en ello.
Al final, ese compromiso se convierte en una carga tan pesada que nos llega a afectar tanto física como emocionalmente.
Querer llegar a todo suele ser una práctica muy habitual que sólo añade estrés y frustración a nuestras vidas.
Ahora, detente un momento y reflexiona…
- ¿Cuántas veces dejamos de compartir tiempo con nuestros hijos o seres queridos por cumplir compromisos que no son vitales?
- ¿cuántas veces nos sentimos frustrados o angustiados e incluso perdemos el sueño por no conseguir llegar a todo?
- ¿cuántas veces hemos caído enfermos en cama por culpa del estrés? o incluso…
- ¿cuántas personas sufren migrañas o ataques al corazón por querer sacarlo todo adelante.
¿Te das cuenta el nivel de auto-exigencia tan grande que tenemos con nosotros mismos? ¿Te das cuenta cómo llegamos a dar una importancia desmesurada a lo que los demás piensen de nosotros?
Mi consejo de hoy es que bajemos nuestro nivel de exigencia personal, que pongamos nuestras prioridades en orden y si tenemos que cancelar algún compromiso lo hagamos con total naturalidad y con toda la elegancia del mundo.
Es preferible dar la cara y decir «no puedo», «no quiero» o «mañana te lo hago» que querer llegar a todo y no llegar a nada.
Un punto importante a tener en cuenta es lo que he comentado al iniciar este artículo, y es que lo único seguro en esta vida es el cambio.
Si todo cambia ¿por qué no darte el permiso de cambiar de opinión o el permiso de que mañana tus preferencias o tus deseos no sean los mismos que hoy?
Hay ocasiones en nuestra vida en que nos comprometemos con una tarea porque así lo deseamos, pero tal vez mañana las circunstancias sean diferentes.
En ese sentido, si no te permites ser flexible, si la creencia de que debes cumplir con tu palabra es demasiado rígida y estricta, entonces estás perdido. Tendrás a tus espaldas una losa tan grande y pesada que aquello con lo que un día disfrutabas, podría llegar a destruirte.
Reflexiona, si todo cambia, ¿por qué un compromiso debería ser eterno e inamovible?
Se vale cambiar de opinión, se vale cambiar de preferencias, se vale cambiar de objetivos y se vale cancelar compromisos.
Si el compromiso es con otra persona, muéstrale tu respeto y comunícale tu deseo de cambiar o cancelar tu compromiso. Si el compromiso es contigo mismo, permítete ser flexible y hacer cada día lo que te haga sentir mejor.
Cambiar o cancelar tus compromisos no significa que seas irresponsable, más bien significa que eres sensato y amas tu bienestar por encima de todo.
Y aquí llega mi confesión, jeje. Hace unos meses me comprometí a publicar todos los días en este blog, lo presenté como un sueño imposible, pero realmente no era un sueño mío, más bien era un reto, una propuesta que me hicieron y que me encantó porque combinaba mi crecimiento personal y profesional, con la ayuda a otras personas.
Muchas personas me dijeron que era una locura y que sería muy difícil de mantener. Bueno, en aquel momento me gustó la idea de desafiar las creencias de mi entorno y vivir la presión de este compromiso personal para sacar todo mi potencial y mejorar la habilidad de escribir.
La experiencia ha sido realmente hermosa y efectivamente mi capacidad de escribir y la velocidad con que lo hago hoy ha mejorado muchísimo. Sin embargo, aunque voy a continuar haciéndolo, tal vez no sea diariamente, pues hay cosas que han cambiado.
En el camino han ido apareciendo nuevos proyectos y otros compromisos, y he descubierto que si vamos añadiendo tareas y objetivos pero no quitamos ninguno, al final será nuestra salud y nuestro bienestar los que se verán resentidos y perjudicados.
Algunos lo podrían considerar una batalla perdida, otros continuarían con tal de no reconocer que los demás tenían razón, pero yo, personalmente, que he aprendido a pensar más en mi y menos en lo que los demás piensan de mi, hoy elijo ser flexible, elijo disfrutar de mis procesos, adaptarme a las circunstancias y valorar lo que hago en vez de frustrarme por lo que no hago.
No sé qué pensaré mañana, pero hoy quiero difundir el pensamiento de que el único compromiso que deberíamos mantener es el de ser felices, pero no tratando de mantener una imagen de persona impoluta y perfecta de cara a la galería, sino más bien siendo coherente con nuestras preferencias y aceptando que éstas puedan cambiar de un día para otro.
El único compromiso que deberías mantener inamovible te sugiero que sea el de ser feliz, disfrutar lo que haces y amarte cada día, alejando de tu mente los pensamientos de reproche, orgullo o culpabilidad que te puedas decir a ti mismo por no llegar a todo lo que te gustaría o un día dijiste que harías.
Mi consejo de hoy es que bajes tus niveles de exigencia, que te liberes de las cadenas que te obligan a cumplir con todo y con todos, y que recuperes tus noches de sueño reparador, confiando en que tú eres valioso o valiosa hagas lo que hagas.
Si te ha gustado, pincha «me gusta» y comparte con tus amigos.
Si quieres descubrir más sobre cómo hacer realidad tus sueños PINCHA AQUÍ y mantente alerta porque pronto llegarán novedades importantes.
De momento puedes enviarme un correo a info@ascen2.inkrementia.com o seguirme por Facebook para estar al corriente de todos mis eventos.
Gracias por tu tiempo y que tengas un feliz día 😉