Las creencias limitantes son todas esas creencias que te mantienen en esa situación que no te gusta. Hoy puedes empezar a detectarlas y cambiarlas para que no definan tu futuro.
Esta mañana, mientras pensaba cómo escribir este artículo, he recibido la noticia de que pronto vendrá a mi ciudad un conferenciante que sigo desde hace más de dos años y al cuál admiro muchísimo.
Gracias a sus enseñanzas, aprendí a ver la vida de otra manera y pude transformar un drama en una bendición.
Con estos datos pensarás que mi decisión es la de ir a verlo, además con los ojos cerrados, ¿verdad? Pues sí, ese ha sido mi pensamiento hasta que he visto el precio, jajaja.
En ese preciso instante, todo ha cambiado, y lo que es un sueño para mi, de repente he estado a punto de dejarlo pasar por culpa de algunas viejas creencias limitantes sobre el dinero.
Pero quiero mostrarte el proceso completo, porque normalmente así es como renunciamos a nuestros sueños, tanto los cotidianos como los grandes, sin apenas darnos cuenta. Y después nos preguntamos, ¿por qué no soy feliz?
Pues bien, te cuento…
Primero llega la noticia, y en función de la información que tengas, puede ser que descartes tu sueño a la primera o después de conocer algunos detalles.
En mi caso, la primera reacción ha sido: –¡¡qué bien!! No me lo pierdo por nada del mundo-. Pero al conocer el precio, otro pensamiento ha venido a mi mente: -“uff, qué caro, no puedo ir”.
Jajaja, curioso, ¿verdad?
La pregunta es ¿Qué ha pasado en mi mente para que se produzca ese cambio tan brusco y tan rápido, sin que yo haya tenido tiempo de estudiar o analizar la situación en profundidad?
Con cada dato de información que entra en el cerebro, la mente revisa todo el bagaje de creencias y emite un pensamiento, una emoción y una decisión.
Cuando la información que llega está alineada con tus deseos, con lo que crees merecer y con lo que crees que eres capaz de conseguir, todo va bien.
Pero cuando alguno de los datos choca con tus creencias limitantes de que conlleva riesgo, no merecimiento o dificultad para conseguirlo, entonces, la mente que siempre busca protegerte del sufrimiento, enciende la luz de alarma, echa el freno y te paraliza.
Analizando mi caso, las creencias con respecto al evento son: “me gusta, está cerca, es posible, me puedo organizar para ir”. De ahí nace un pensamiento: “síiii quiero ir”, una emoción: placer y alegría, y una decisión: “sí voy”.
Pero cuando llega la información del precio, mi mente vuelve a revisar mis creencias, en esta ocasión creencias limitantes, y encuentra: “el dinero no cae de los árboles”, “el dinero se va como el agua” … y entonces la mente emite otro pensamiento: “es muy caro, no puedo gastar tanto dinero”, una emoción: “resignación y tristeza” y una decisión: “no voy”.
Resultado: oportunidad perdida.
Datos importantes a tener en cuenta:
Tu mente es:
- literal
- no analiza
- y no tiene sentido del humor.
Esto significa que todo lo que tú piensas o dices se convierte en una orden para tu cerebro.
¿Entiendes ahora el peligro de tus creencias limitantes y cómo éstas construyen tu vida sin que tú seas consciente de ello?
Por eso, si crees que algo es imposible, lo será. Si dices “qué difícil es” así será. Y si dices “no puedo” no podrás, aunque lo digas en broma.
¿Cómo coger las riendas?
Si quieres ser el capitán de tu destino, crear la realidad que tú deseas y no dejar que tus creencias limitantes heredadas tomen el mando:
- Permanece muy atento a tus procesos mentales, de modo que puedas hacer los cambios que consideres oportunos.
- No vivas en automático. Al menos date el tiempo para reflexionar sobre tus creencias limitantes y buscar alternativas.
- Observa y anota cuáles son tus creencias, tus pensamientos y tus palabras, y elimina o cambia todas aquellas que limitan tu potencial.
- Cambia juicios por preguntas:
No digas nunca más: “no tengo dinero” o “es muy caro” sino más bien “¿cómo puedo conseguir más dinero?, ¿qué puedo hacer para generar más ingresos?”. Por cierto, éste es el cambio que yo he aplicado a mis creencias limitantes para poder asistir al evento.
Nunca digas: “no puedo”, más bien pregúntate “¿qué puedo hacer?”.
No digas: “soy un desordenado” sino “¿cómo puedo ser más ordenado?”.
No digas “es imposible”, más bien pregúntate “¿qué podría hacer para conseguirlo?”
Lo más importante para tener el control es ser consciente en cada momento de lo que piensas, lo que sientes y por qué actúas como actúas.
Auto-descubrirte y auto-conocerte cada día para convertirte en la mejor versión de ti mismo, de modo que puedas construir la vida que tú deseas y no la que tus creencias limitantes crearían por inercia. Y si prefieres hacerlo acompañada pincha Aquí
Si mis palabras o mi experiencia te han aportado algo valioso, dale “me gusta” y compártelo con tus amigos.
Que tengas un bonito día y recuerda:
Tus creencias limitantes definieron tu pasado, no dejes que definan tu futuro.
Si quieres descubrir más sobre cómo hacer realidad tus sueños pincha AQUÍ y mantente alerta porque pronto llegarán novedades importantes.
De momento puedes enviarme un correo a info@esperanzasanchez.com o seguirme por Facebook para estar al corriente de todos mis eventos.